Al margen de nuestra afiliación religiosa particular, me parece ineluctable la admisión de que el cristianismo ha constituido una de las fuerzas sociales y culturales más poderosas en la historia de la humanidad. Siendo este el caso, no resulta desdeñable emprender la tarea de tratar de explicar cuáles son, a grandes rasgos, algunas de las doctrinas más importantes del cristianismo. Asimismo, me permito sugerir que el entendimiento del cristianismo no es sólo significativo como una curiosidad histórica. Al contrario, resulta indubitable que, de admitirse la veracidad del cristianismo como un todo coherente, las consecuencias de esta concesión tendrían repercusiones de vital importancia no sólo en esta vida, cultura y sociedad, sino también en la vida porvenir. Así pues, el proyecto que se busca realizar en los siguientes meses puede ser de gran utilidad (espero) para por lo menos tres diferentes tipos de lectores: el lector curioso, el disidente en búsqueda de la verdad (lo cual implica entender apropiadamente diversas posturas, incluyendo la cristiana) y el creyente en búsqueda de acercarse más profundamente a las doctrinas fundamentales del cristianismo.
Ahora bien, resulta patente el que existen distintas posibles aproximaciones al tema en cuestión. No obstante, una posible aproximación inicial es la de buscar el cristianismo sin más o el "mero cristianismo" (término brillantemente utilizado y popularizado por el libro de C.S. Lewis del mismo nombre). Aunque existen diversas tradiciones, existe un núcleo fundamental a la fe cristiana. En este sentido, es menester subrayar la imperiosa necesidad de buscar la unidad en el cuerpo de Cristo (Ef. 4:1-14). Aunque es importante recordar que uno siempre parte necesariamente de una tradición particular dada, esto no invalida de suyo otras tradiciones cristianas. Asimismo, es menester resaltar que todas las tradiciones cristianas tienen un núcleo común. Por consiguiente, tomando estas consideraciones generales, se buscará abordar algunas preguntas fundamentales sobre la naturaleza misma del cristianismo en toda su generalidad.
Ya sea que se difiera con el cristianismo o se asuma plenamente, siempre está la necesidad latente de entender correctamente los principios y doctrinas principales de la religión cristiana por al menos dos razones significativas. Por un lado, muchos críticos parecen no tener una buena noción de qué es lo que proclama el cristiano. De esta manera, si uno busca criticar al cristianismo, es menester tener una buena idea de qué es lo que los cristianos afirmamos. He encontrado en múltiples ocasiones que hay muchas personas que tienen una actitud de rechazo evidente al cristianismo y al Evangelio. No obstante, cuando se indaga más profusamente en su concepción general del cristianismo, resulta evidente que el conocimiento que éstos tienen es superfluo en sobremanera.
Por otro lado, infortunadamente, me encuentro también constantemente con que muchos cristianos no conocen más el cristianismo de lo que sus contrapartes no-creyentes lo conocen. En este sentido, me parece fundamental el poder brindarles algunas herramientas conceptuales básicas a aquellos que buscan prepararse más en función de una más efectiva proclamación del Evangelio en su comunidad. El amor divino nos debe motivar a llevar a cabo esta faena con entrega y dedicación. Por consiguiente, lo que me propongo a hacer es simple y llanamente el poder facilitar esas herramientas.
Habiendo dicho lo anterior, me permito recordar al creyente que poco aprovecha el entendimiento meramente conceptual del cristianismo si éste no lo lleva a la práctica. El cristianismo, en último término, es ortopráxis, no sólo ortodoxia. En otras palabras, aunque lo que se va a exponer en esta serie espero sea de gran bendición para muchos, si no mostramos en nuestras vidas la soberanía y señorío de Cristo en términos de cómo amamos al prójimo y a Dios mismo, entonces todo conocimiento meramente proposicional resultará por demás fútil. Sin embargo, la consecución de esta faena sólo podrá alcanzarla el lector mismo.
En suma, como se puede observar, el interés principal de esta serie en particular será de carácter teológico más que filosófico, en tanto que se busca explicar el mensaje que se nos da a los cristianos desde el supuesto de la revelación sobrenatural dada por Dios y encarnada completamente en el cristianismo. Así pues, aunque posteriormente se buscará elaborar una defensa coherente y sistemática de algunas de estas verdades fundamentales (verbigracia: la existencia de Dios y algunos de sus atributos) desde una perspectiva filosófica y metafísica, por ahora, dado el desconocimiento de muchas personas sobre las doctrinas fundamentales de la fe cristiana (especialmente en México), tanto creyentes como no-creyentes, supuse más conveniente intentar el esclarecimiento de éstas.
-Juan José S.
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